La
psicomotricidad es la acción del sistema nervioso central que crea una
conciencia en el ser humano sobre los movimientos que ejecuta a través de los
patrones motores, como la velocidad, el espacio y el tiempo. Es una disciplina
que, basándose en una concepción integral del sujeto, se ocupa de la
interacción que se establece entre el conocimiento, la emoción, el cuerpo, el
movimiento y de su importancia para el desarrollo de la persona, así como de su
capacidad para expresarse y relacionarse en el mundo que lo envuelve.
El
término psicomotricidad se fragmenta en dos partes: el motriz y el psiquismo,
que forman el proceso de desarrollo integral de la persona. La palabra motriz
se refiere al movimiento, mientras el psico establece la actividad psíquica en
dos fases: el socio afectivo y cognitivo.
Beneficia
a la salud física y psíquica del niño, por tratarse de una destreza que le
ayudará a dominar de una forma sana su movimiento corporal, optimizando su
relación y comunicación con el mundo que les rodea.
La
Psicomotricidad le permite al niño explorar e investigar, superar y transformar
situaciones de conflicto, enfrentarse a las limitaciones, relacionarse con los
demás, conocer y oponerse a sus miedos, proyectar sus fantasías, vivir sus
sueños, desarrollar la iniciativa propia, asumir roles y disfrutar del juego en
grupo, y a expresarse con libertad.